sábado, 25 de junio de 2011

Parte 3- Un Asombro y Una Sonrisa Reforzada

Así nos pasamos un buen rato, y al igual que con Janet, fui visitando a cada uno de mis hermanos, dejándoles claro que siempre estaría ahí con ellos, cuidándolos, protegiéndolos, velando por ellos, para que siguieran felices con su vida-
-       Muy bien, y ahora cariño, ¿a donde tienes pensado ir?- me pregunto Liz despues de salir de casa de  Rebbie. Con mi madre… con mis hijos. Y al instante, me encontraba frente a la casa de mi madre.
No se escuchaba ningún ruido. De pronto se oyó un estallido. Bueno, casi no se oía ningún ruido. Y de nuevo otro estallido. Se oían murmullos. Gritos de niños. Al parecer mis hijos se encuentran jugando con sus primos. O eso creo.
-       Liz…- y antes de poder continuar ella me interrumpió-
-       Mira Michael, tu madre- me señalo a la mujer que pasaba de una esquina del jardín hacia la puerta principal- vamos antes de que cierre la puerta- y con la misma me llevo corriendo hasta la puerta y entramos justo antes de que se cerrara-
-       Todo se ve tan igual como cuando vine la ultima vez, solo que, se ve un poco mas gastado, pero tiene el mismo bello aspecto de siempre, el familiar- dije mientras inspeccionaba la casa, que alguna vez fue mi hogar-
-       Michael, creo que es momento de que te prepares- me advirtió Liz-
-       ¿Porque?
-       Ahí vienen tus hijos acompañados de tu madre- dijo mientras señalaba a un punto detrás de mi. Me gire. Era verdad. Ahí estaba mi madre, y mis tres hermosos niños. No importaba cuanto hayan crecido. Siempre fueron, son y serán mis niños- Ven hay que sentarnos- me llevo a un sillón grande, amplio, y nos sentamos los dos, mientras oíamos las platicas-
-       Prince, cariño, que te he dicho sobre jugar futbol dentro de casa?- dijo dulce pero un poco seria mi madre-
-       Pero si yo no era- se defendió- blanket y jaffar eran los que estaban jugando.
-       Si ellos, pero también tu- dijo mi hermosa parís, que venia abrazando a Blanket-
-       Bueno si, pero yo no tengo nada que ver con el jarrón.
-       Pues yo no lo tire- se defendió blanket- fuiste tú, o fue jaffar.
-       Bueno ya esta bien- interrumpió mi madre- no importa quien haya sido, ayúdenme a recoger si? Ahora mismo me siento muy cansada e iré a dormir- dijo dándole besos en la cabeza a mis pequeños-
-       Esta bien abuela- dijeron los tres-
Era increíble, ahí estaban mis pequeños. Los estaba viendo. Los sentía tan cerca. Y ellos, no podían verme. Y sentirme… eso aun no lo sabía.
-       Abuela- dijo Blanket- ¿tú crees que sea cierto eso, de que los ángeles bajan cada vez que se acerca su aniversario… de cuando fallecieron?
-       No lo se cariño- respondió mi madre- ¿porque lo preguntas?
-       Es que ayer soñé con el- sentí como si me hubieran dicho lo mas bello que me han llegado a decir en mi corta vida… y muerte-
-       ¿Que soñaste?- pregunto Prince-
-       Soñé que estaba en un gran camino- comenzó a decir- largo, largo, parecía la calle de Hollywood. Y que de pronto se encendían unos faros de luz, y se escuchaban tambores, y luego comencé a oír el ritmo de Billy Jean a lo lejos y que cada vez se acercaba mas, poco a poco- era verdad, en realidad me permitieron introducirme en el sueño de mi hijo, para acompañarlo y darle un aviso de que vendría con ellos- y luego veía a una persona acercarse a mi, era muy confuso, pero podía distinguirla. Despues las luces se apagaron por donde yo estaba, y se volvieron a encender pero para alumbrar a esta persona y…- se paro por un momento-
-       Y ¿que?- pregunto Paris- ¿que mas paso?- dijo moviendo del hombro a Blanket-
-       Espera…-dijo mi pequeño- estoy sintiendo algo.
-       ¿Algo? ¿Como que?- dijo insistente parís-
-       Siento que esta aquí- susurro Blanket- como si nos estuviera observando, ahora mismo, en este preciso momento- dijo mirando a su alrededor- lo puedo sentir, es como cuando el estaba sentado frente al gran sillón de nuestra antigua casa, y nosotros platicábamos frente a el.
-       Que extraño, yo también siento eso- dijo Prince, quien por fin hablo despues de terminar de recoger los restos de aquel jarrón-
-       Yo lo siento como siempre, porque por mas que trato de verlo no esta, pero ya me he acostumbrado a eso- respondió parís-
-       Pero… -iba a decir mi pequeño blanket, cuando fue interrumpido por mi madre-
-       Muy bien pequeños, ya a dormir, que no porque hoy sea sábado significa que se desvelaran hasta altas horas de la noche- dijo mi madre mientras los empujaba para que fueran hacia sus habitaciones-
-       Pero abuela- reclamo prince- apenas son las 8, no nos puedes pedir que vayamos a dormir tan temprano.
-       No es verdad cariño, son casi las 9, así que a su habitación- los mando mi madre, y sin protestar subieron las escaleras-
-       Muy bien, yo también me iré- mi madre comenzó a subir también, y al parecer estaba demasiado cansada, ya que casi se caía, por suerte yo llegue a su lado antes y la sostuve- ¡Cielos! Casi me caía- entonces subió las escaleras rápidamente- un ángel me salvo la vida- dijo sonriendo tiernamente y al instante sentí que Liz me daba un codazo. Iba a reclamarle, pero salieron mis tres niños de su habitación-
-       Abuela podemos dormir todos juntos en una habitación?- dijeron al unísono- es que queremos esperar a papa cuando venga- y con eso, quede asombrado, ellos ya me esperaban-

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